Relata Seth que en un viaje familiar que hizo por la campiña francesa, quedaron fascinados por la cantidad de vaquitas que vieron pastando en los campos a la vera de la ruta. Durante kilómetros las admiraron por la ventanilla del auto, vacas y más vacas (se nota que el muchacho no acostumbra pasear por las pampas argentinas). Al poco tiempo, lo notable se había transformado en aburrido: otra vaca marrón más, y ya van... "Seguramente una vaca púrpura se hubiera distinguido inmediatamente en el conjunto. Sobre lo notable todos conversamos, pues nos llama la atención. En cambio, lo aburrido se vuelve invisible inmediatamente", destaca el autor.
10 sugerencias para convertirse en una vaca púrpura
Desarrollar un producto notable y encarar su marketing implica, al menos, hacerse nuevas preguntas y probar nuevas prácticas.
- 1. Diferencie a sus clientes. Identifique al grupo más rentable y también al que tiene más posibilidades de influir sobre otro. Ingénieselas para desarrollar ambos, cómo comunicarse con ellos, cómo compensarlos. Ignore el resto. Ocúpese de los clientes que elegiría si pudiera elegir.
- 2. Si pudiera seleccionar un nicho de Mercado poco atendido al que apuntar (y dominar), ¿cuál sería? ¿Por qué no lanzar un producto que compita con el suyo y que solo atraiga a ese Mercado?
- 3. Cree dos equipos: los inventores y los ordeñadores. Ubíquelos en diferentes localizaciones. Organice una ceremonia formal cada vez que pase un producto de un grupo al otro. Celebre ambos y rote a la gente en los grupos.
- 4. ¿Tiene la dirección de email del 20% de sus clientes que adoran lo que usted hace? Si no las tiene, comience a buscarlas. Si las tiene pregúntese ¿qué podría hacer para ellos? Piense en algo muy especial.
- 5. Hacer algo notable no siempre implica cambiar las maquinarias de la fábrica. Puede ser la forma en que contesta el teléfono, lanza una nueva marca o analiza la modificación de su software. La mejor forma de ver lo que está funcionando y lo que no, es hacerse el hábito de hacer "lo incierto" cada vez que se le presenta la oportunidad.
- 6. Explore los límites. Pruebe qué pasaría si usted fuera: el más barato, el más rápido, el más lento, el más popular, el más sencillo, el más eficiente, el más odiado, el imitador, el outsider, el más antiguo, el más nuevo o, simplemente, el más. Si existe un límite, usted debe probarlo.
- 7. Piense en pequeño. Una recidiva del complejo industrial televisivo es la necesidad de pensar en términos de masa. La frase: "Si no le gusta a todo el mundo, no sirve"; ya no tiene actualidad. Piense en el segmento de mercado más pequeño que se le ocurra e imagine un producto que satisfaga sus necesidades perfectamente y en forma notable. Comience a partir de ahí.
- 8. Busque el tipo de cosas que simplemente "no se hacen" en su actividad, adelante, hágalas.
- 9. Pregúntese, "¿Por qué no?" Prácticamente no existe una Buena razón para la mayoría de las cosas que no hace. Casi todo es consecuencia de miedos, inercia o la falta de alguien que pregunte "¿por qué no?"
- 10. ¿Qué pasaría si, simplemente, dijera la verdad en su empresa y a sus clientes?
Fernando González
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